La evolución del sueño: cómo cambia según la edad

El sueño es fundamental para la salud humana. ¿Pero sabías que la cantidad que necesitamos y cómo lo experimentamos cambian a lo largo de nuestra vida? Desde la infancia hasta la adultez, nuestros patrones de sueño evolucionan debido a factores físicos, biológicos y ambientales. Por eso, optimizar el descanso con productos como una sábana bajera impermeable es clave para mantener la comodidad y proteger el colchón. En este artículo, te contamos cómo cambia el sueño según la edad.

De la infancia a la niñez

El sueño es vital para el desarrollo infantile. De hecho, los recién nacidos necesitan entre 16 y 18 horas de sueño al día para apoyar su crecimiento físico y cognitivo. A medida que crecen, sus necesidades de sueño disminuyen. Los niños de 1 a 2 años requieren entre 11 y 14 horas, y los preescolares (de 3 a 5 años) deben dormir entre 10 y 13 horas. Al llegar a la edad de 6 a 13 años, necesitan entre 9 y 12 horas de sueño para su crecimiento y bienestar continuo. Durante estos años, el sueño es esencial no solo para la salud física, sino también para el aprendizaje y desarrollo cognitivo.

Adolescentes y adultos jóvenes

Durante la adolescencia, comienzan importantes cambios hormonales y físicos, por lo que en esta etapa se recomienda dormir entre 8 y 10 horas. Según un estudio de la Fundación Nacional del Sueño (National Sleep Foundation), los adolescentes que cumplen con esta cantidad de sueño experimentan mejoras en la memoria, la función cognitiva y la regulación emocional.

Adultez

A medida que entramos en la adultez (18 a 64 años), la cantidad de sueño recomendada se mantiene entre 7 y 9 horas. Durante esta etapa, el cuerpo ya no experimenta un crecimiento acelerado, pero sigue necesitando descanso para preservar la salud física, la función cognitiva y el bienestar emocional. Dormir lo suficiente fortalece el sistema inmunológico, regula el metabolismo y mejora la concentración, aspectos clave para afrontar las exigencias del trabajo, la familia y otras responsabilidades. Además, contar con un entorno de descanso adecuado, como el uso de una sábana impermeable para proteger el colchón de derrames o accidentes, puede contribuir a mantener una rutina de sueño constante y reparadora.

Adultos mayores

El reloj interno del cuerpo, conocido como el núcleo supraquiasmático (SCN), regula los patrones de sueño. Con la edad, es común que los ritmos circadianos se ajusten, lo que puede hacer que los adultos mayores tiendan a despertarse más temprano y sentir sueño en distintos momentos del día. Además, la producción de melatonina, la hormona que favorece el descanso, también varía con el tiempo, influyendo en la facilidad para conciliar y mantener el sueño.

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